Buscar este blog

viernes, 3 de agosto de 2012

Qué manía tiene la gente con que todos sepamos donde están en cada momento!!



Desde hace unos dos años a esta parte, hay una tendencia muy clara dentro de ese submundo que es internet, propiciada en mayor medida por los smartphones.

 Se trata de que cada uno de nosotros bombardee al resto de los usuarios de redes sociales con su posición geográfica en ese momento.

Es la denominada geolocalización y cuando esté bien perfeccionada, va a ser lo más de lo más, y la tendencia más chic...si las marcas lo saben hacer bien.

No viene a ser otra cosa que dejar saber donde estás en ese momento, o dónde están las cosas que te interesan.
Ahora bien, la gente con esto de las novedades, lo único que sabe hacer es dejarse ver constantemente con notificaciones para referirse al sitio donde estén está cada media hora.
Pedro Bordaberry twitea desde el Senado: “estoy en reunión tal, en media hora me voy a casa a comer un strogonof” . No lo ha hecho una, sino muuuchas veces.
Y no es el único.
Hay unos cuantos “personajes” que al parecer, les sobra tiempo como para comentar como viene su día y donde están ahora, justo ahora.
Todo bien con sus intenciones, pero esto será hasta que les falle la tecnología.
No sé si saben que cuando el smartphone tiene abiertas cualquier aplicación que requiere geolocalización, la batería dura menos que la esperanza celeste en Londres.

A más de uno esto le ha traído un problema porque cuando lo han llamado para proponerles salir a alguna parte, para declinar la oferta ha puesto alguna excusa y a los 15 minutos, con su afán de mostrarle a todo el mundo lo fantástico que es moviéndose por todos lados, comparte su localización y le dan la captura.
Y lo peor es que probablemente el pobre siquiera se haya movido de su casa.
Y es que lo de compartir la ubicación empieza a ser un poco complicado con tanta notificación.
Esto tiene otro peligro y es que a veces parece más importante qué la gente sepa donde estás a que tú disfrutes del lugar en el que te encuentras.
Además, aburre a los otros, o sea nosotros.
El tema se hace insoportable cuando te notifican todos los días que están en la entrada del trabajo, o en la cena tal o en casa de fulano.
Dan ganas de darle al botón de comentar cada vez que me lo mandan y poner "y a mi que me importa, si siempre haces lo mismo"

El tema de la geolocalización está un poco en pruebas y todavía no se le ha sacado el jugo posible, dado que, tanto tecnológicamente como por explotar desde un punto de vista de marketing, está en sus inicios.
Y es que cuando las marcas y los establecimientos estén perfectamente equipados, podrán reconocer nuestra presencia, y enviar promociones y publicidad que realmente nos interesen, mezclando las variables de cercanía con pautas de comportamiento.
En un futuro gran parte de las estrategias de marketing, sobre todo de tiendas se basarán en eso, en la geolocalización para conseguir nuevos clientes, y fomentar compras.
Requiere una gran inversión pero desde luego, el que llegue el primero se comerá gran parte del pastel, tanto que tendrá que ir a algún centro de adelgazamiento de lo gordo que se va a poner.

Mientras eso llega, de momento tiene ciertas utilidades.
Con el whatsapp y con la opción de "compartir ubicación" es muy fácil hacer llegar a la gente nuestra situación y guiarles hacia un sitio concreto.

Gracias a las ubicaciones de Google maps, podemos, además de ver dónde estamos, qué comercios hay alrededor, si estos se han dado de alta,

En Facebook y Twitter, es como he dicho antes, una forma de orgullo personal para hacerle ver a la gente qué interesantes que resultamos, aunque los sitios que compartas, no valgan una mierda.
Llega a cansar y mucho y sobre todo Facebook, que falla más que los planes educativos por estas latitudes.

Mientras tanto…
Suertempila

Saludos cordiales
Raúl Sarasola
raulsarasola@gmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario